Sinopsis Política: El lucrativo negocio de la política

 Sinopsis Política: El lucrativo negocio de la política

Por: J. Salatiel Arroyo Zamora

Hemos explicado en colaboraciones recientes como la descontrolada ambición humana trastorna y transforma a las personas, convirtiéndolos en bestias, al concretar el objetivo de acceder al poder, financiero y político. Vicios que, a pesar de las consecuencias (muchas veces adversas, pues se acaba con la paz espiritual y tranquilidad emocional), se están convirtiendo en moda. Resultando excepcional que el sujeto con poder conserve intactos los principios y valores, principalmente la honestidad, sinceridad y honradez. Sin embargo, se nos ha hecho creer que político, es aquel individuo que realiza la noble y loable labor de contribuir para elevar a la sociedad a planos superiores de desarrollo y bienestar. Personas caracterizadas por su honorabilidad, pulcritud y entrega al servicio a favor de los demás, sin otro interés que la satisfacción del deber cumplido.

No obstante, esas cualidades del gobernante, representante popular, funcionario y dirigente partidista, es en teoría. En la realidad son totalmente distintos, dedicándose en su inmensa mayoría a mentir, engañar, lucrar con el cargo, apropiándose de los recursos públicos, hacer negocios, y ahora a proteger a criminales, o convertirse en uno más de ellos. Conductas que quedan en absoluta impunidad.

Por lo anterior, es que resulta urgente trabajar en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y solidaria, que busque el bien común, pero sobre todo con conciencia crítica y actitud analítica. Lo que sería posible con un cambio profundo en la educación y en la conciencia moral, entendiendo que ningún gobierno resolverá las verdaderas demandas y necesidades del pueblo, por más que se disfracen de izquierdistas.

A estas alturas hasta los partidarios del régimen (por conveniencia personal) simulan dudar de la alianza (coalición) de gobernantes, altos mandos del Ejército y Guardia Nacional con el crimen organizado, cuando las demostraciones de complicidad las padecemos todos a diario.

Que sean ladrones y corruptos nuestros “lideres”, no pasa nada, no es tan grave, pues todos lo son (o casi todos) y el país sigue su marcha, no se lo han acabado, aunque si mermado y moralmente degradado. Mientras los políticos son cada vez más acaudalados y quienes los eligen con más dificultades para subsistir, pero ya nos hemos acostumbrado a sobrevivir en esas condiciones de violencia, saqueo y penuria, haciéndose más amplia la brecha entre las condiciones económicas de los votantes y sus servidores públicos, cuando se nos prometió que no habría más “gobierno rico y pueblo pobre”.

 Ojalá el gobierno en verdad canalizara esa riqueza a favor de los contribuyentes (en lugar de ser arrebatada por los gobernantes) y quien se atreva a desviar el dinero de manera indebida, sea castigado con todo rigor. Que esa sea la constante: el castigo a los funcionarios deshonestos, y no la impunidad.

Sin embargo, ser político o funcionario ladrón se ha normalizado, resultando excepcional la honestidad, que ahora es calificada entre ellos y la propia ciudadanía como un acto de estupidez. Ya ni siquiera ser criminal bajo el amparo del servicio público es motivo de sorpresa, también se ha convertido en la constante.

 Ser acaudalado (y mentiroso), sin importar el origen del capital financiero, parece ser la nueva exigencia para ser admitido por los que deciden las candidaturas, que luego son avaladas por las víctimas, a manera de votantes. Con el compromiso -entre los políticos- de protegerse entre ellos, podrán criticarse, pero sin dañarse; y engañar al electorado con promesas dulces, halagadoras y algunas migajas. Así sean prianistas, perredistas o cuatroteros, que al final son lo mismo al momento de gobernar.

Silvano y las razones que lo convirtieron en prófugo de la justicia

Aunque muchos no lo quieran aceptar, esa es la verdadera razón por la cual Silvano Aureoles anda huyendo, no por ladrón. Eso ya no es novedad, ni causa de persecución gubernamental, más bien pareciera requisito entre la clase política para ser aceptado y apoyado.

A Silvano se le persigue por haber tenido la osadía de ser el único que retó al entonces presidente López Obrador a investigar la intervención del crimen organizado en la elección de Alfredo Ramírez Bedolla, en Michoacán. A su vez, AMLO le requirió que demostrara su dicho, que presentara pruebas. Pero cuando Aureoles se presentó con las supuestas evidencias, no fue recibido por el mandatario nacional.

Se cree que Aureoles Conejo, al no poder presentar los elementos probatorios de su dicho ante las autoridades mexicanas, acudió a organismos internacionales, incrementando la irá de López, que ordenaría a Ramírez Bedolla hurgar y denunciar las irregularidades administrativas de su ex jefe político, acusándolo del desvío de más de tres mil millones de pesos, destinados a la edificación de cuarteles para la Guardia Civil.

Si Silvano nada más hubiera saqueado las arcas públicas, como seguramente lo hizo, y se hubiese quedado quieto, callado, sin contrariar al dueño de la 4T, seguramente estaría fungiendo como embajador, secretario o sub secretario de Estado, protegido en todo momento por el régimen, como sucede con la inmensa mayoría de criminales de “cuello blanco” (y conciencia oscura); por ejemplo, todos los ex gobernadores del PRI (con excepción de Alejandro Moreno, que no es funcionario gubernamental, pero sí está al servicio de la 4T), son embajadores. Y algunos ex mandatarios del PAN, ahora son senadores morenistas de “hueso colorado”, como Javier Corral.

Pero Silvano se atrevió a hacer lo que nadie hasta ese momento, denunciar la intromisión del crimen organizado en la elección de Michoacán, ante el propio presidente de la República, y eso no puede ser tolerado en un régimen permisivo y alentador de la criminalidad, o ¿Existe algún ex gobernador (del partido que sea) preso por ratero?

Perdón, por faltas administrativas, cohecho o peculado…. olvidé que entre la honorable clase política no existe ese delito. Ratero es el que se roba una gallina para comer o medicina para su hijo o mujer enfermos. Los políticos no lo son, ni con la 4T, que defiende hasta a los asesinos. Lo bueno, es que no son lo mismo. Unos son conservadores y los otros “la honestidad valiente”.

No obstante, lo de hoy, lo que está de moda, es ser protector y aliado del crimen organizado. A los que Trump declaró terroristas y los perseguirá donde se encuentren, y el fascista demente no está jugando, aunque tenga detalles diplomáticos y hasta de cortesía con la propietaria del poder ejecutivo mexicano, su estrategia antiterrorista sigue en marcha.

Tiembla México por sus terroristas y políticos protectores

Desde que Andrés Manuel López Obrador manifestó que a los delincuentes había que darles “abrazos y no balazos”, “que se trata de seres humanos que merecen respeto”, se percibió un velado intento de protección e impunidad por parte del Gobierno a los grupos generadores de violencia. En ese momento no fueron pocos los analistas que alertaron los riesgos que dicha complacencia presidencial representaba para la soberanía nacional, por la cercanía de nuestra nación con EUA, que se ha atribuido la condición de policía del planeta y no le convendría perder el control de la frontera sur, entregado por el Gobierno al crimen organizado.

Desde entonces, hace cuatro o cinco años, se pronosticó que los cárteles se fortalecerían, crecerían y multiplicarían, incluso infiltrando y sometiendo al Estado Mexicano.

Ahora la presidenta Sheinbaum, ante los amagos del Gobierno estadounidense, exige respeto a la soberanía; pero esa en nuestro país ya no existe, hace tiempo el Gobierno la entregó al crimen organizado y no ha hecho absolutamente nada por recuperarla, dejando esa tarea al imperialismo invasor, que siempre había buscado una oportunidad, pero no tan idónea como la presente, implorada por los propios mexicanos, que prefieren salvar la vida y su patrimonio, antes que alardear “patriotismo”.

Mientras tanto, el Gobierno anterior y el presente siguen obcecados con su discurso de odio en contra de los enemigos imaginarios, en tanto los reales se apoderan del país. Continúan atacando a los inconformes, acusándolos exactamente de lo que ellos hacen desde el poder. Por ejemplo, a las madres buscadores de sus hijos desaparecidos les mienten e invierten millonarios recursos en ocultar sus hallazgos, en lugar de desempañar las tareas que ellas realizan con sus propios medios, y todavía las acusan de mentirosas.

Invirtiendo fuertes cantidades de dinero en distorsionar la realidad y crear su propia “verdad histórica” para intentar engañar, afirmando que no existen en el país campos de exterminio, cuando han sido localizados varios lugares de concentración forzada de personas, que son asesinadas e incineradas, para borrar evidencias de sus muertes y el Gobierno pueda vociferar que las cifras de homicidios dolosos van a la baja… porque si no existe cadáver, no hay delito que perseguir, solo declaratoria de desaparición.

Mientras que a los familiares de niños con cáncer que imploran medicamento, les dicen ser cómplices de la derecha, financiados y enviados por los conservadores para golpear.

Así se conducen con todos los sectores sociales y ciudadanos que se atreven a hacer público su malestar y exigir respeto a sus derechos. Nada más vean lo que sucedió el jueves, en San Nicolás Obispo, municipio de Morelia, donde comuneros fueron agredidos por el Gobierno del Estado, al intentar impedir se les despoje de sus terrenos, en los que se pretende edificar un libramiento y les quieren pagar una miseria por sus propiedades.

Bueno, pues para los civiles criminales y los gobernantes corruptos de nuestro país es sumamente grave ser declarados terroristas, más para la clase política confabulada con el crimen organizado, pues están en riesgo de perder todo, incluido lo bien habido. Delicado también es tener a los extranjeros vigilando a gobernantes mexicanos e imponiendo orden desde el exterior. Lo que podría obligar a las autoridades nacionales a “lavar la ropa sucia en casa”; pues, si no actúan en consecuencia y congruencia, habrá quien se encargue de hacerlo. Lo que podría servir para que nuestros funcionarios se conduzcan con algo de recato.

Por lo pronto, no son pocos los que anhelan se nos libere de las lacras (en el Gobierno y civiles), particularmente las que mantienen sumergido al país en un baño de sangre, que parece interminable; y que los cínicos niegan. Pero cada vez son más los que ansían se ejecuten las acciones respectivas que devuelvan la paz, que se terminen los asesinatos de personas ajenas a las actividades de los grupos criminales, los levantones, secuestros y extorsiones, pero sobre todo que se elimine la corrupción que los alimenta, fortalece y les brinda impunidad.

Llamado a la reflexión y rectificación

Ojalá no sea tarde, cuando quienes respaldan la perversidad de los políticos y la corrupción de gobernantes se den cuenta que hemos sido engañados y dejen de repetir las frases (y falacias) que sus “lideres” les imponen, que reflexionen con base a los hechos, para que puedan rectificar. Especialmente ahora, que se está a punto de ejecutar decisiones vitales para la permanencia de la democracia y sobrevivencia de la división de poderes.

Morena y sus aliados tienen el control absoluto del Poder Ejecutivo y mantienen avasallado al Legislativo, donde son mayoría aplastante, con poder para realizar las reformas constitucionales que a sus interese convenga (que no son los del pueblo), restándoles someter al Poder Judicial, que ya han logrado contaminar al extremo al politizar el proceso de designación a sus titulares, donde se convertirán en jueces, magistrados y ministros los más habladores y engañadores, no los mejor preparados.

Es cierto que el Poder Judicial necesita ser reestructurado, no desmantelado, menos aún infiltrado y sometido por los partidos políticos, perdiendo su autonomía e imparcialidad. Ya sabemos que los políticos todo lo pudren y así lo harán con la administración de justicia.

Por lo pronto, el Gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, con dinero de los michoacanos, ha desplegado a funcionarios públicos de confianza (para él) por todo el territorio estatal, operando a favor de los candidatos de su predilección. Estos funcionarios están visitando a los presidentes municipales (sin importar la filiación partidista) para “instruirlos” y apoyen la lista de aspirantes a jueces y magistrados que al gobernador le interesa resulten ganadores.

Por el momento compartiré algunos nombres de quienes seguramente resultarán ganadores para integrar el Tribunal de Disciplina Judicial de Michoacán, no por la voluntad mayoritaria de los michoacanos (que no saben, ni les interesa participar en algo que desconocen), sino porque así lo ha decidido el gobernador:

-José Alfredo Flores Vargas

-Luis Felipe Quintero Valois

-Paula Edith Espinoza Barrientos.

-Magdalena Monserrat Pérez Marín.

-Lucía Baltazar Rendón…

Continuará…

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