El INE responde con tecnología de vanguardia al mayor reto electoral de su historia

Por: Jorge Martínez Cedillo
Uno de los más grandes retos que ha tenido el Instituto Nacional Electoral (INE) a lo largo de su historia, es el de diseñar en apenas tres meses un sistema desde cero, con un gran reto tecnológico: el desarrollo de una plataforma robusta, segura, auditable y eficiente para procesar millones de votos en la elección histórica del Poder Judicial el 1º de junio próximo. Una elección extraordinaria que definirá 881 cargos judiciales federales, algo sin precedentes en México.
A contracorriente de los rumores que intentan reducir el esfuerzo institucional a una simple “App”, el sistema diseñado por la Unidad de Servicios de Informática (USI) del INE, representa un salto cualitativo en la arquitectura electoral mexicana, declaró José Alberto Pérez de Acha, titular de dicha Unidad.
“Nos dieron tres meses para desarrollarlo y construirlo partiendo de cero. No podíamos seguir haciendo lo mismo que en procesos anteriores”, expresó, y abundó al decir el sistema no solo debía ser ágil, sino capaz de soportar a 15 mil capturistas trabajando en simultáneo desde los 300 consejos distritales del país. “Si el cómputo iba a ser descentralizado, necesitábamos un diseño completamente distinto. Tuvimos que pensar fuera de la caja”, afirmó.
De esta manera, agregó, se diseñó el sistema con base en una arquitectura ubicada completamente en la nube, con el fin de lograr “elasticidad” en la contención automática del volumen de transacciones, y que además fuera “resiliente”, lo que quiere decir que como en muchos casos de la vida, esté preparada para recuperarse en segundos ante un fallo inesperado.
Pérez de Acha recalcó que desde el inicio la ciberseguridad fue un elemento clave: “Incorporamos un equipo especializado que realizó pruebas de penetración, denegación de servicio, análisis de vulnerabilidades y múltiples simulaciones de ataque”.
Por otra parte, el funcionario dijo que no se trata de una aplicación como hay muchas, sino de un sistema cerrado, desarrollado internamente por el INE y operado solo desde dispositivos controlados. Cada uno de esos dispositivos móviles está configurado exclusivamente para la captura de votos, sin acceso a otras funciones o aplicaciones.
“No estamos usando una App comercial. Este sistema tiene un backend (es decir, un software que corre desde un servidor) robusto, con capacidad para atender a miles de usuarios al mismo tiempo, y reflejar en tiempo real los resultados públicos en tableros de consulta”, detalló el funcionario.
Las tareas de captura no se realizarán en las casillas, como ocurre tradicionalmente. Por el volumen de votos que cada elector puede emitir (hasta 39), las boletas se trasladan a los consejos distritales del INE, donde se organiza un operativo preciso. El conteo se lleva a cabo en equipos de dos personas: una dicta y la otra captura, luego repiten el proceso de verificación. Si los datos no coinciden, un tercer integrante vuelve a capturar. “Estamos buscando mitigar los errores humanos al máximo. La doble verificación garantiza que no se avanza sin coincidencia perfecta”, puntualizó Pérez de Acha.
A esta dinámica se suman supervisores que monitorean en tiempo real el trabajo de captura, además de protocolos de descanso y rotación para evitar el agotamiento del personal. “No es cierto que la gente estará trabajando sin pausas. Está todo pensado para que los turnos se intercambien, el que dicta pasa a capturar y viceversa”, añadió.
Hasta ahora, el INE ha realizado tres simulacros nacionales. En el primero, se registraron alrededor de 600 dudas operativas. En el más reciente, realizado el 18 de mayo, apenas un centenar. Los resultados han permitido afinar detalles técnicos y logísticos, y aumentaron la confianza entre los operadores. Están programados dos simulacros más, el 25 y el 30 de mayo, este último prácticamente una réplica en tiempo real del día de la Jornada Electoral del próximo 1º de junio.
Ante la posibilidad de colapsos o fallos, el INE cuenta con un blindaje multicapas que consiste en la preparación de los planes A, B, C y D que garanticen la conectividad y el suministro de electricidad. Con mil 800 puntos de acceso a la red en todo el país, una tercera parte de ellos con conexión satelital, la merma de riesgos es poderosa.
Además, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con la que se firmó recientemente un convenio, ha colaborado con plantas de respaldo. “El sistema fue probado con hasta 21 mil capturistas simultáneos, mucho más que los 15 mil previstos”, explicó Pérez de Acha. “Y en caso de apagón, los dispositivos móviles seguirán funcionando gracias a sus baterías”, añadió.
La transparencia del proceso electoral está garantizada mediante la transmisión en vivo, vía YouTube, de la captura de votos en cada consejo distrital, de tal forma que los ciudadanos estarán en condiciones de consultar los resultados en tiempo real a través de un micrositio en el portal del INE.
“Lo que veremos no es un PREP, son los cómputos reales. Con unos minutos de desfase, pero serán datos oficiales”, detalló el entrevistado. “Es algo inédito: el público podrá seguir los resultados distrito por distrito”.
También se busca contrarrestar narrativas maliciosas sobre el uso de celulares. “Optamos por dispositivos móviles por razones prácticas: ocupan menos espacio, consumen menos energía y son más familiares para los capturistas jóvenes”, aclaró. “Lo importante es que el sistema está diseñado para operar con seguridad, sin importar el tipo de dispositivo”.
La elección judicial del 1º de junio también es un laboratorio para el futuro. La arquitectura desarrollada podría servir como base para los comicios intermedios de 2027 e incluso para procesos ordinarios. La inteligencia artificial aún no forma parte del sistema actual, pero ya se contempla para futuras integraciones. Y más allá, el INE trabaja en modelos de voto digital que ya se han ensayado con mexicanos en el extranjero. “Estamos más cerca de lo que se imagina. Este modelo es confiable, auditable y de calidad exportable. Solo falta que la ciudadanía lo acepte políticamente”, dijo.
Frente a la pregunta sobre qué lo inquieta en la víspera del proceso, Pérez de Acha respondió con franqueza: “Pueden ocurrir cientos de escenarios. Lo que me preocupa es que debemos estar listos para todos. En un país tan diverso, una junta distrital podría quedar fuera de línea, pero el sistema está diseñado para resistir y recuperarse”.
Más allá de los retos técnicos, la clave parece estar en la confianza. “Hay voces externas que intentan sembrar dudas. Pero quienes estamos adentro sabemos el nivel de profesionalismo, talento y compromiso con el que trabaja esta institución”, concluyó.