Crecimiento de motocicletas en la CDMX es ya problema de salud pública: 16CIT

• Asegura Jesús Padilla que en 2040 el parque de este transporte podría llegar al 70% de los vehículos registrados en la capital del país.•Si no aplican medidas urgentes, ocurrirá lo que, en Medellín, donde hay un crecimiento dramático del 1,449% de unidades y caída del transporte público: Viviana Tobón.
El crecimiento de motocicletas en la Ciudad de México (CDMX) fue comparado por varios especialistas en movilidad que participaron en el 16º Congreso Internacional de Transporte (16CIT) como un problema de salud pública que tiende a empeorar por encima de los infartos y la diabetes mellitus, porque están involucradas en cuatro de cada 10 muertes de peatones.
Jesús Padilla, director general de Grupo CISA y presidente honorario de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), señaló que, en 2040, el parque de motocicletas podría llegar a ser el 70 por ciento de los vehículos registrados en la CDMX, lo cual complicará el escenario actual, donde han trazado sus propias leyes, porque exceden los límites de velocidad, provocan accidentes, incumplen los reglamentos marcados para su protección y ellos mismos son objeto de muertes y lesiones.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) reportan que, en la última década, en México el parque vehicular de este transporte creció más de 200%, al pasar de 2.5 millones en 2012, a 6 millones en 2024. Están involucradas en aproximadamente el 20% de los accidentes viales con víctimas, a pesar de ser sólo el 8% del parque vehicular, y sus conductores tienen 12 veces más riesgo de morir que un automovilista.
Viviana Tobón, directora técnica de Transporte Público de la Secretaría de Movilidad de Medellín, advirtió que si las autoridades no aplican medidas urgentes, ocurrirá lo mismo que en la capital de Colombia, donde el uso de motocicletas ha tenido un crecimiento dramático del 1,449% en las últimas dos décadas, mientras que los automóviles han crecido el 108% y se ha registrado una fuerte caída en la demanda de pasajeros del transporte público, lo que significa que quienes antes lo usaban, ahora optan por la motocicleta.
Yo vengo del futuro y ya sé lo que va a pasar: ustedes podrían perder completamente la batalla por recuperar el transporte público y la autoridad tendrá una ciudad desordenada, contaminada, congestionada y anárquica, porque no sé acá, pero en Colombia la cultura de la motocicleta entró cabalgando y tuvo un avance agresivo y comercial, en forma de cabildeo ante las instancias de decisiones, y nuestros precios fueron cada vez más lentos, más erráticos, con más incapacidad para resolver el problema completo.

Insistió que, en México el fenómeno apenas comienza a crecer, por lo que hay que aumentar el nivel de contención, acelerar el cambio y la modernización del sistema de transporte. Ustedes han hecho cosas fabulosas con el Metro y Metrobús, pero pensemos en las personas que serán usuarios de la motocicleta.
Explicó que, en las ciudades colombianas, desde el 2002 irrumpieron las motocicletas en la movilidad, casi al mismo tiempo que los proyectos RT (elementos de infraestructura vial para mejorar la conectividad y el transporte). “Llegamos tarde, porque hoy en Colombia el automóvil ya no es nuestro gran problema, allá mueren 20 motociclistas al día; tenemos una situación difícil que solo podría empezar a contenerse con mucha restricción, pero ya es complejo, porque nadie quiere echarse encima a 14 millones de motociclistas que conforman un caudal electoral muy importante”.
Otro especialista internacional, Sergio Avelleda, coordinador del Centro de Movilidad Urbana del Laboratorio de Ciudades, en Brasil, sostuvo que, en ciudades como São Paulo y la CDMX, el uso creciente de motocicletas, genera una crisis estructural en el transporte público, con consecuencias negativas en seguridad vial, salud pública y sostenibilidad urbana.
Consideró que el rol del gobierno, en lugar de lavarse las manos, se debe redefinir para facilitar la integración regional y tarifaria, así como planear, regular y fiscalizar activamente, pues la fragmentación institucional y operativa expulsa a los usuarios hacia la motocicleta como un modo alternativo.