Congreso afirma: “Sin enfermeras no hay salud”; quiere un mejor futuro para ellas y ellos

En el corazón del Congreso mexicano, donde cada palabra tiene el peso de una ley y cada propuesta puede mover millones de vidas, se llevó a cabo un evento que, aunque no fue un debate económico ni una reforma constitucional, tocó fibras mucho más humanas. Esta vez no se habló de partidos, ni de elecciones, ni de grillas. Se habló de enfermeras. Y eso, en un país como México, es casi revolucionario.
La diputada Adriana Belinda Quiroz Gallegos, de Morena, fue quien levantó la mano y dijo: “Vamos a poner sobre la mesa lo que nadie quiere ver: que, sin enfermeras, el sistema de salud no funciona”. Y con esa idea, convocó al foro “Conmemoración del Día Internacional de la Enfermería 2025”. No fue un acto simbólico nada más; fue una reunión con visión de futuro, de esas que quieren pasar del aplauso a la acción.
Porque claro, todos sabemos que cuando estamos enfermos o cuando llevamos a un familiar al hospital, quien más está ahí (día y noche) es una enfermera. Pero pocas veces nos detenemos a pensar en las condiciones laborales que enfrentan. Turnos extenuantes, sueldos bajos, falta de reconocimiento y escasa participación en las decisiones del sector salud. Y eso fue precisamente lo que se discutió en el foro: cómo revertir ese olvido institucional con políticas públicas que sí les sirvan.
Yamile Moncada Reyes, de la CATEM, habló en nombre del diputado Pedro Haces Barba y lo dejó claro: si se quieren soluciones reales, hay que escucharlas a ellas. Porque no se trata sólo de homenajear, sino de legislar mejor. De pensar, por ejemplo, cómo se distribuyen los recursos en salud y quién tiene acceso a mejores condiciones de trabajo. Spoiler: no son las enfermeras.
Paula Martínez Garduño, del Sindicato Universal de Trabajadores de Salud, trajo cifras que son como un golpe de realidad: en México, las enfermeras participan en el 70% de toda la atención médica, directa o indirecta. Es decir, el 70% del trabajo en salud lo hacen ellas (y algunos ellos), sin embargo, siguen en la cola del reconocimiento profesional y salarial. A nivel América Latina, suman 7.4 millones, pero eso no se traduce en una presencia fuerte en la toma de decisiones. Hay diferencias enormes entre lo que estudian, lo que ganan y las oportunidades que tienen en distintos países… y México no es precisamente el mejor caso.
Además, hay un problema que urge atender: muchas de estas profesionales están migrando. ¿Por qué? Porque en otros países les ofrecen mejores condiciones. Así de simple. Si aquí no se garantiza una carrera digna, hay quien sí lo hace. Y México, en medio de una crisis de personal de salud, no puede darse ese lujo.
En representación del IMSS, Leslie Paola Rodríguez Granados (jefa de enfermeras del Hospital General Zona 8) recordó que más allá del homenaje del 12 de mayo, lo que se necesita es gratitud con sustancia: respeto, condiciones justas, liderazgo; sobre todo, voz. Porque las enfermeras no sólo cuidan: también administran, enseñan, investigan, rehabilitan. Sostienen un sistema que muchas veces las deja fuera.
La diputada Quiroz fue clara: “Desde el Congreso seguiremos legislando para que sus derechos laborales, profesionales y humanos estén siempre protegidos”. Suena a promesa, pero también a reto. Porque lo que se espera es que lo dicho en el foro no se quede en discursos bonitos. Que esa “casa del pueblo” realmente escuche al pueblo… empezando por las que lo curan.
Así que sí, el foro fue conmemorativo. Pero también fue un primer paso para que, algún día, en México se entienda que, sin enfermeras, simplemente no hay salud. Y que cuidarlas a ellas es también cuidar al país. (Maya Comunicación)