Sacrificio de cientos de koalas tras incendios desata polémica en Australia

Hace unos meses, un hecho devastador en Australia desató una fuerte controversia: Francotiradores, a bordo de helicópteros, sacrificaron a cientos de koalas en el Parque Nacional Budj Bim, una reserva natural situada en el estado de Victoria, al sur del país. La pregunta que se impone es: ¿por qué las autoridades australianas decidieron matar a estos marsupiales, considerados una especie vulnerable?
Según reportes de la ABC, el gobierno estatal sostiene que la medida respondió a «razones humanitarias», debido a que, a principios de este año, un incendio forestal arrasó aproximadamente 2,200 hectáreas del parque, destruyendo gran parte de los árboles de eucalipto, la principal fuente de alimento y refugio de los koalas. La falta de hábitat y las heridas sufridas por los animales habrían dejado a muchos de ellos en condiciones críticas y sin posibilidades de recuperación.
El operativo, autorizado por el Departamento de Energía, Medio Ambiente y Acción Climática (DEECA), resultó en la eutanasia de cerca de 1,000 koalas durante el mes de abril. James Todd, representante del DEECA, explicó a Vox Magazine que disparar desde helicópteros fue la única opción viable, ya que muchas de las áreas afectadas eran inaccesibles por tierra debido al terreno accidentado y los riesgos de seguridad, dado que algunas zonas todavía presentaban focos de calor.
Sin embargo, la estrategia generó indignación nacional e internacional. Grupos defensores de los derechos de los animales, como Alianza por los Koalas y el partido Justicia Animal, denunciaron que las autoridades no tomaron el tiempo para verificar adecuadamente el estado de los ejemplares sacrificados ni si entre ellos había hembras con crías. Rolf Schlagloth, investigador de la CQUniversity Australia, calificó el operativo como «muy indiscriminado» y subrayó que en este tipo de situaciones siempre se debe priorizar el rescate si es posible.
El problema de fondo, según ambientalistas y expertos, es más complejo. Liz Hicks y Ashleigh Best, investigadoras de la Universidad de Melbourne, señalaron a The Conversation que una de las causas de la sobrepoblación de koalas en Budj Bim es el modelo de explotación forestal de la región. Explicaron que los koalas se ven atraídos por las plantaciones comerciales de eucalipto azul situadas en los alrededores del parque. Sin embargo, cuando estas plantaciones son taladas, los animales regresan al parque, generando una presión insostenible sobre el ecosistema, especialmente tras el incendio que redujo drásticamente la disponibilidad de alimento y refugio.
Este escenario llevó al gobierno a justificar el sacrificio aéreo como una medida para evitar un sufrimiento prolongado en los koalas heridos o sin recursos. No obstante, la acción ha sido duramente cuestionada por diversas organizaciones.
Una de ellas, Australianos por los Animales, con sede en Nueva Gales del Sur, presentó recientemente una demanda ante la Corte Suprema de Victoria con el objetivo de anular la autorización otorgada al DEECA para ejecutar estos sacrificios. Según documentos judiciales difundidos por la ABC, el grupo busca que la decisión sea declarada inválida e ilegal, además de solicitar una medida cautelar para impedir futuros operativos de este tipo. La audiencia está programada para el próximo 30 de julio.
El caso ha abierto un profundo debate en Australia sobre la gestión de la fauna silvestre, la responsabilidad humana en la destrucción de hábitats y la necesidad urgente de buscar alternativas éticas y sostenibles frente a las crisis medioambientales que se vuelven cada vez más frecuentes en el país. (Maya Comunicación)